Una cosa he aprendido en mi vida al caminar. No puedo ganarle a Dios, cuando se trata de dar. Por más que quiero yo darle, siempre me gana Él a mí, porque me regresa más de lo que yo le dí.
Si yo doy no es porque yo tengo, más bien tengo porque doy. Y cuando Dios me pide, es porque Él me quiere dar. Y cuando Él me da, es que me quiere pedir.
Si tu quieres haz el intento y comienza a darle hoy... verás que en poco tiempo tu también podrás decir: Una cosa he aprendido...
Esta frase la decía mi abuelo y no se exactamente de dónde la sacó. Decía que venía de los legionarios, pero solo he escuchado decirla a el.
Podemos observar bastante enseñanza en esta frase, que podemos aplicar al mundo de Onírico. Un lugar en dónde no solo recibimos, si no que también podemos dar. Podemos dar nuestras lágrimas, nuestro esfuerzo, nuestra consciencia, nuestras ganas, nuestra alegría, nuestro amor.
Muchas celebridades han transmitido de diferente manera este mensaje.
The Beatles: «And in the end, the love you take, is equal to the love you make» (El amor que recibes es igual al amor que das)
New Radicals: «You get what you give» (Obtienes lo que das)
Robin Sharma: «La mano que da una rosa, conserva su fragancia» – El monje que vendió su Ferrari.
Arturo Orantes (o Memo Ochoa): «La vida recompensa de manera extraordinaria a quienes se entregan de forma extraordinaria»
Cualquiera que sea el autor, su mensaje es muy claro. Cosechas lo que siembras. Y cualquier acto que entregas a la vida, se regresa (aveces multiplicado). Esta última es como la ley del Karma. Y se parece a la frase de mi abuelo... porque habla que Dios nos da en abundancia.
Aldo
No hay comentarios:
Publicar un comentario